La creación de Rubber Soul uno de los álbumes más importantes de la carrera de The Beatles
Lennon y McCartney articularon canciones pensadas como pequeñas historias, en que se colaron sus dramas personales, bajo una creciente ambición artística y el ánimo de volver más sofisticado su sonido.
En diciembre de 1965 The Beatles lanzaron su sexto álbum de estudio, con el que buscaron superar las canciones pop románticas que les impulsaron en sus inicios. Para ello Lennon y McCartney articularon canciones pensadas como pequeñas historias, en que se colocaron sus dramas personales, bajo una creciente ambición artística que reunió su interés por la música afroamericana y con el ánimo de volver más sofisticado su sonido.
El final de verano se lleva mejor en el sol de California. Eso pensaron los Beatles al arrancarse por cinco días a una mansión alquilada cerca de Mulholland Drive, para sacarse de encima la agotadora temporada de giras que empezaron en junio de 1965 entre Francia, Italia, España, y luego cerraron tras dos meses y diecisiete shows en Estados Unidos. Entre estos su célebre presentación en el Shea Stadium que luego se convertiría en un álbum en vivo y donde apenas si podían escucharse.
Los tiempos avanzaban demasiado rápido para la maquinaria comercial ávida de lanzamientos y novedades. Pero al filo de esa temporada veraniega, la inquietud del grupo, iba todavía más aprisa. Esa tarde, entre piqueros en la piscina, fiestas y la proyección de una película (en versión autocine), John Lennon y George Harrison intentaron que Paul McCartney y Ringo Starr probaran el LSD (compraron un poco en Nueva York), como ellos ya lo habían hecho meses atrás. Esa vez solo Ringo se animó.
Además recibieron algunos invitados. Solo unos pocos. Cuando los famosos de turno se enteraron que los Beatles estaban alojando allí, muchos quisieron pasarse y aprovechar de codearse con quienes eran sin dudas las estrellas musicales del momento. Pero ellos optaron por la compañía de colegas más contemporáneos y poco bulliciosos como Roger McGuinn y Dave Crosby de los Byrds. En un rincón compartieron música, ideas, inquietudes y algunos porros de marihuana.
También se les coló Peter Fonda quien no paró de repetir que “sabía lo que era estar muerto”, a propósito de un balazo que se disparó a sí mismo por accidente. La anécdota no les causó mucha gracia a los 4 de Liverpool y evitaron al actor toda la noche. Eso sí, Lennon transformó la historia en canción al año siguiente en “She said, she said”.La comedia es la respuesta
Una vez que volvieron a casa, The Beatles se dispersaron en los dramas de sus propias vidas. Los días libres que tuvieron les permitieron esbozar un nuevo grupo de canciones, en las que desplegaron nuevos enfoques creativos y arriesgadas propuestas musicales. Lennon y McCartney comprendieron que en el mediodía de ese 1965, estaban en un momento crucial para potenciar su música y así no quedarse solo como estrellas pop que tocaban en insufribles conciertos para los fans que nunca paraban de gritar.
Esa fue la idea que cruzó la grabación de "Rubber Soul", el sexto álbum de los ingleses, que desde sus primeras sesiones (en octubre de ese año) inauguró sus años más ambiciosos, en que lograron redefinir la concepción de los discos como obras valiosas en su totalidad, más que solo algunas colecciones de canciones no tan buenas como para ser lanzadas en formato single, que era la norma por entonces.
“Estábamos mejorando, técnica y musicalmente (recuerda John Lennon en The Beatles Anthology). En Rubber Soul todos teníamos experiencia en grabar en el estudio, también habíamos madurado musicalmente, pero conocíamos el sitio”.
Habían pasado casi tres años desde su primera sesión, y para entonces los cuatro ya eran unos veteranos del edificio Abbey Road que comprendían el potencial de la producción musical. Sobre todo, porque su famosa dupla de compositores buscaba una nueva dirección para sus canciones.
“Empezábamos a alejarnos de lo pop, recuerda McCartney en la Antología. Las primeras canciones iban directamente dirigidas a nuestros fans, decían ‘por favor, compren este disco’, pero habíamos llegado a un punto en el que pensábamos ‘eso ya está. Ahora podemos dedicarnos a canciones más surrealistas, un poco más elaboradas’”.
Por ello, poco antes de entrar al estudio, Lennon y McCartney empezaron a delinear sus próximos pasos. Tras revisar su material, y las listas de éxitos del momento (algo que era una costumbre que seguían mucho más de lo que se cree), optaron por definir un camino propio.
De esta forma, la idea era construir canciones sobre historias mínimas, sazonadas con algo de comedia, como si fueran pequeños dramas urbanos en el optimismo efervescente del swinging London. Una idea que a su vez resonaba de tiempos anteriores.
Así surgieron “Norwegian Wood (The bird has flown)” y “Drive my car”. La primera, una canción de Lennon, inspirada según se dice por una infidelidad con la modelo Sonny Drane, la esposa de Robert Freeman (el fotógrafo que trabajaba con el cuarteto), en que a modo de un microcuento detalla un encuentro entre dos amantes, narrado de forma oblicua, más sugerente que directo. “I once had a girl, or should I say, she once had me”, parte la letra.
“Habla sobre una aventura que yo tenía -recuerda Lennon en el mismo volumen-. Lo llevaba en secreto porque no quería que se enterara, mi mujer. Siempre estaba liado con alguien y quise escribir sobre eso, pero disimuladamente, sin que quedara nada claro”. Como sea, la canción ya rondaba en la cabeza de Lennon al menos desde febrero de ese año.
Según McCartney, en principio John tenía solo la frase inicial. “Una vez que tienes la gran idea, tienden a escribirla por sí mismos, siempre que sepas cómo escribir canciones. Así que lo retomé en el segundo verso, es una historia”.
La canción también es conocida por la incorporación del sitar, un instrumento originario de la India, gracias a los oficios de George Harrison. A menudo subvalorado en esta primera época del grupo, él era quien sugería ciertos cambios de colores sonoros en los discos.
Durante una tarde de octubre, mientras el cuarteto grababa la canción en los estudios de Abbey Road, se hizo evidente que faltaba un sonido diferente al de las guitarras acústicas para hacer un contraste. Allí Harrison tuvo su oportunidad. “Le pregunté si sabría tocar la pieza que yo había escrito -detalla Lennon-. No estaba seguro porque tenía muy poca práctica, pero estaba dispuesto a intentarlo”.
No fue fácil. A George le costó tiempo sacarle un sonido provechoso al instrumento y además encontrar las notas correctas para el tema. Todo, mientras un impaciente Lennon, mascullaba y refunfuñaba en la sala de control. “El sitar provocaba problemas en el estudio; los indicadores de la mesa se ponían rojos, sin dejar demasiada sonoridad detrás.
Los Beatles no fueron los primeros en incorporar sonidos de la India en un disco pop, pero sí los más efectivos. Antes de ellos, ya lo habían hecho los Kinks en su single “See my Friends”, en el que incorporan un zumbido que se mantiene como una nota pedal, totalmente oriental. Mientras que los Yardbirds, devotos del r&b, intentaron grabar un sitar en el tema “Heart full of soul”, algunos meses antes.
El otro tema que abrió la senda de las “canciones de comedia” fue “Drive my car”. Un relato de McCartney, con mucha colaboración de Lennon, en que detalla la historia de una chica con sueños de fama que busca alguien que le maneje su coche. Claro, ella no tiene uno, pero al menos ya consiguió a su chofer. “I got no car and it’s breaking my heart, but i’ve found a driver and that’s a start”.Un hombre de ninguna parte
Cada mañana, John Lennon solía conducir su enorme Rolls Royce desde su mansión en Kenwood, hasta el centro de Londres. En el camino pasaba a buscar a Ringo Starr y a George Harrison, quienes aprovechaban de fumarse algunos cigarros de marihuana para amenizar el trayecto, aunque no siempre con buenos resultados.
“Rubber Soul fue el álbum de la marihuana”, reconoció Lennon años después. De alguna manera, el consumo de la hierba era parte de un ánimo de evasión para hacer frente al costo de la fama y a la exigencia brutal de la industria que requería de ellos nada menos que solo canciones exitosas. “Las drogas son para evitar que el resto del mundo te invada. No te ayudan a escribir mejor, nunca he escrito mejor música porque me hubiera tomado un ácido”.
Una noche, ahogado por la fecha inminente para grabar "Rubber Soul", Lennon se tumbó en la cama, cansado de haber intentado por horas componer una canción y no sacar cosa alguna en provecho. Y en ese momento le llegó la visión a la cabeza. Un “Nowhere man, sitting in his nowhere land”. Algo así como una referencia al tópico literario del hombre atormentado que busca un lugar maravilloso para evadirse. Exactamente, lo que le ocurría a él.
Ese fue el origen de “Nowhere man”, un tema que en el estudio creció por el fino trabajo de producción. Se grabaron unas elaboradas armonías vocales, con George y Paul acompañando a John.
Pese a todo, Lennon pasaba por una racha creativa. Otra de sus ideas fue la que sustentó “In my life”, una de las canciones más brillantes de Rubber Soul, y por la que él sentía un particular orgullo. “Fue mi primera gran obra”, aseguró años después. “Era la primera canción que escribí que trataba real y conscientemente de mi vida”.
Pero, McCartney también reclama créditos en la canción. En específico, por musicalizar en buena parte el texto de Lennon. “Curiosamente, ésa es una de las canciones en las que no estamos de acuerdo John y yo. Recuerdo que compuse la melodía en un melotrón que tenía en el rellano de la escalera”.
Mientras, George Harrison seguía luchando por obtener algo más de reconocimiento en el grupo. Como ya lo había hecho en el álbum "Help!", volvió a incluir dos canciones suyas, “Think for yourself”, una de ellas con distorsión fuzz, e “If I needed someone”, la única canción suya incorporada en los conciertos de los Beatles.
Esta última se inspiró en la figura inicial del tema “The bells of Rhymeny”, de los Byrds. Un grupo que con su mezcla de folk y rock eran considerados como “la respuesta americana” a los Beatles. De allí a que la compañía Capitol decidiera presentar a "Rubber Soul" como una suerte de incursión de los Fab en el folk rock, pese a que esa no era la idea. Para lograrlo, no se complicaron. Eliminaron cuatro de las canciones “Drive My Car”, “Nowhere Man”, “What Goes On” y “If I Needed Someone” y añadieron dos que no habían lanzado en la edición local del álbum "Help!" “I’ve Just Seen a Face” e “It’s Only Love”, para darle un cariz diferente. Una jugada que a los de Liverpool no les gustó nada.
En su número del 4 de diciembre de 1965, a seis días del lanzamiento de Rubber Soul, la revista Melody Maker anticipó que el álbum “no era el mejor” a la primera escucha. La reseña reconocía que “el sonido Beatle ha madurado”, pero que “desafortunadamente también se ha vuelto un poco subyugado”. Ellos esperaban el sonido más juvenil y directo de los primeros días, que justamente los Beatles evitaron. Pese a todo, fue un éxito de ventas en la temporada navideña y se mantuvo nueve semanas en el tope del UK Albums Chart.
Con el tiempo, el disco ganó su lugar como una pieza clave en la historia del conjunto. Ante todo, los posicionó como artistas, un espacio en el que se sentían cada vez más cómodos, frente a la presión de vestirse de traje y salir a tocar casi las mismas canciones ante audiencias desaforadas.
Pocos días después, el grupo hizo una breve gira de nueve fechas por las principales ciudades del Reino Unido. En principio iban a ser más, pero presionaron y pusieron obstáculos porque simplemente la idea no les gustaba. No lo sabían entonces, pero tras el cierre con dos funciones en Cardiff, fue la última vez que se presentaron en su país natal, antes de decidirse a dejar las giras en agosto del año siguiente. Su vida artística se había distanciado del mito, y el mundo todavía no se enteraba.
Legado
Desde su lanzamiento, el álbum se convirtió en un clásico. Posteriormente a su lanzamiento, Lennon dijo que este fue el primer álbum en el que The Beatles estaban en completo control creativo durante la grabación, con un tiempo de estudio suficiente como para desarrollar y perfeccionar nuevas ideas de sonido. El álbum tuvo una gran influencia en Brian Wilson, líder de The Beach Boys, para crear el aclamado álbum "Pet Sounds", comentando, «En diciembre de 1965, escuché el álbum "Rubber Soul" de The Beatles.
Definitivamente fue un reto para mí. Vi que cada corte era artísticamente muy interesante y estimulante. De inmediato me puse a trabajar en las canciones de Pet Sounds.» En mayo de 2011, Brian Wilson afirmó al periódico británico The Sun, que Pet Sounds no le parecía tan bueno como Rubber Soul, afirmando también que "Rubber Soul" es el mejor álbum de todos los tiempos.
Tracklist "Rubber Soul"
- «Drive My Car» McCartney y Lennon
- «Norwegian Wood (This Bird Has Flown)» Lennon
- «You Won't See Me» McCartney
- «Nowhere Man» Lennon
- «Think for Yourself» Harrison
- «The Word» Lennon
- «Michelle» McCartney
- «What Goes On» Starr
- «Girl» Lennon
- «I'm Looking Through You» McCartney
- «In My Life» Lennon
- «Wait» Lennon y McCartney
- «If I Needed Someone» Harrison
- «Run for Your Life» Lennon
The Beatles es:
John Lennon: voz solista, armonía vocal, segunda voz en «Michelle»; guitarra rítmica acústica, guitarra rítmica, guitarra acústica en «Girl», órgano en «Think for Yourself», pandereta en «Drive my Car».
Paul McCartney: voz solista, segunda voz, armonía vocal; bajo (regular, y con efecto fuzz en «Think for Yourself»); piano; guitarras acústica y solista en «Michelle», guitarra rítmica acústica en «I'm Looking Through You».
George Harrison: voz solista, segunda voz, armonía vocal; guitarra solista; guitarra solista acústica en «Girl»; sitar en «Norwegian Wood (This Bird Has Flown)».
Ringo Starr: voz solista en «What Goes On»; batería, charles en «You Won't See Me», cencerro en «Drive My Car», crótalos en «Norwegian Wood (This Bird Has Flown)»; maracas; campanillas en «In My Life»; órgano en «I'm Looking Through You».
Músicos adicionales
Mal Evans: órgano Hammond en «You Won't See Me».
George Martin: armonio en «The Word» e «If I Needed Someone», piano vertical en «In My Life».
Producción
George Martin: producción y mezclas.
Norman Smith: ingeniero de sonido y mezclas.
Stuart Eltham: ingeniero de sonido en «In My Life».
Ken Scott: 2.º ingeniero de sonido y mezclas.
Phil McDonald: 2.º ingeniero sonido en «Run for Your Life», y de sonido y mezclas en «Wait».
Mike Stone: 2.º ingeniero de sonido en «In My Life», y de mezclas en «The Word».
Graham Platt: 2.º ingeniero de sonido en «What Goes On».
Ron Pender: 2.º ingeniero de mezclas.
Richard Lush: 2.º ingeniero de mezclas.
Jerry Boys: 2.º ingeniero de mezclas.
Robert Freeman: fotografías de la portada y contraportada del álbum.
Créditos
Publicación: 3 de diciembre de 1965
Grabación: EMI Studios, Londres 12 de octubre al 11 de noviembre de 1965 (excepto el 17 de junio de 1965 para "Wait")
Género: Folk rock, Beat rock, Soul, Rock progresivo, Psicodelia
Duración: 35:33
Discográfica: Parlophone