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Los ROLLING STONES y los más de 60 años del lanzamiento de su gran disco debut

Un 16 de abril del año 1964 salió el primer álbum de estudio del  mítico grupo británico. Las decisiones del productor Andrew Loog Oldham que empezó a construir la imagen del grupo de rock más grande del planeta. 

El primer álbum de los Rolling Stones fue lanzado un 14 de abril de 1964 hace más de 60 años atrás. En su tapa no tenía ni el nombre del grupo ni el título del disco. No importó. Llegó al puesto número 1 y desbancó a The Beatles quienes dominaban los rankings casi un año.

Un disco debut sin título y sin el nombre del grupo en la tapa. Sólo una foto, algo difusa, de los cinco miembros de perfil, serios, sin sonrisas. Entre sus canciones ningún hit inmediato ni complaciente. Un sonido crudo y directo. El 16 de abril de 1964 salía en Inglaterra el primer disco de los Rolling Stones. Contra todo tipo de pronóstico se convirtió en un éxito inmediato.

Más de 100.000 copias vendidas durante la primera semana. Desbancó del primer puesto de los rankings británicos por primera vez en 50 semanas a The Beatles. Se mantuvo al tope del ranking durante los siguientes tres meses.

Rolling Stones en su primer concierto en el programa de Ed Sullivan

Los Rolling Stones habían llegado para quedarse. Tan cierta es esa frase que hoy más de sesenta años después, el grupo aún sigue muy vigente.

Y ante tantos contendientes que los desafiaron en estas seis décadas pero aún así lograron mantener el cetro, la corona de todos los pesos: del grupo de rock más grande del planeta.

La dupla creativa de los Stones

Mick Jagger y Keith Richards, los viejos compañeros de la escuela primaria que habían dejado de verse se encontraron, tiempo después, en una estación de tren. Se saludaron, comenzaron a conversar. Descubrieron intereses comunes. Lo que los terminó de unir fue darse cuenta que tenían los mismos discos. Entre ellos The Best of Muddy Waters y Rockin’ at the Hops de Chuck Berry, también los de Howlin’ Wolf y Bob Diddley.

El grupo se fue formando de a poco, acomodando las piezas. Mick Jagger y Keith Richards se acercaron a Brian Jones que tenía su propio proyecto. Charlie Watts, el baterista de jazz algo más grande que ellos se sumó. Luego lo hizo un bajista discreto y eficaz, Bill Wyman.

Primeros conciertos

El primer show lo habían hecho menos de dos años antes de este lanzamiento. El 12 de julio de 1962 en el London's Marquee Jazz Club con una formación que además de Jones, Jagger y Richards tenía a Ian Stewart y a Dick Taylor. Hay versiones encontradas sobre quién fue el baterista esa jornada inaugural. Keith en sus memorias dice que fue Mick Avory (quien luego fue integrante del grupo Kinks), mientras que otros afirman que se trató de Tony Chapman. El grupo que solía tocar en el lugar debía grabar en la BBC y ellos hicieron una especie de suplencia. Esa noche tocaron 18 covers de blues y conformaron al público y al dueño del lugar que les dio una nueva oportunidad.

Apenas tomaron rodaje, sus actuaciones en clubes nocturnos se multiplicaron. El público los empezó a seguir atraídos por el encanto de su cantante y porque sonaban diferente a los demás. Los críticos estaban sorprendidos por su sonido tan fiel al Rythm & Blues, algunos aún antes de que grabaran su primer single, afirmaban que eran mejores que muchos grupos afroamericanas.

Mick Jagger, hace unos años, reconoció que más allá de sus gustos, lo de tocar un repertorio mayormente blusero fue más que nada una cuestión de supervivencia: “Lo cierto es que nos contrataban para tocar blues. Si nos hubiésemos volcado sólo al rock no hubiéramos tenido fechas. No querían escuchar eso. Pero nosotros en nuestros ensayos hacíamos canciones de Richie Valens y Buddy Holly entre otros”.

Grabaron su primer single, "Come On" y arañó el puesto 20 del ranking UK. Empezaron a recibir respaldos impensados: Bo Diddley y Little Richards los sumaron a sus giras y los nuevos jóvenes maravilla, Lennon y McCartney le dieron su respaldo. Los Stones grabaron un cover de I Wanna Be Your Man, escrito por la dupla Beatle, que llegó al puesto 12 (y como material para la leyenda: la tocaron en la emisión inaugural del mítico Top of The Pops). Después un Maxi con cuatro temas.

Si los cinco sonaban cada vez más seguros y la energía que irradiaban desde el escenario era algo absolutamente novedoso, hubo alguien más que fue fundamental. Sin él, la explosión no se explica.

Un joven de 19 años los descubrió una noche. Trabajaba en el equipo de Brian Epstein, tenía un puesto menor en el manejo de los Beatles. Creyó que estos cinco chicos blancos y salvajes eran su gran oportunidad. No se equivocó.

Andrew Loog Oldham, manager de The Rolling Stones, con apenas 19 años consiguió una gran acuerdo con la discográfica y se mantuvo muy firme en sus exigencias

Andrew Loog Oldham construyó la imagen peligrosa de los Rolling Stones y los convirtió en la contracara, llena de filo y riesgo, de los Beatles. No pesaba que sus estilos musicales fueran diferentes. Lo importante para él fue fijarlos como los rivales, como los que se enfrentaban al fenómeno del momento, a los que habían dado vuelta la industria.

La rivalidad con los Beatles

Con mucho ingenio, audacia y algo de impudor, lo consiguió. Los Beatles vs Los Stones, fue la arriesgadísima apuesta. Obtuvo un golpe resonante, decisivo para sus planes, cuando la aparición de la ópera prima de los stones desplazó a los Beatles de lo más alto de los charts cuando faltaban diez semanas para que cumplieran un año en lo más alto del ranking.

Pero antes, Andrew Loog Oldham había conseguido mostrar a los Stones como salvajes, amenazantes, algo procaces. La versión sucia pero irremediablemente atractiva de un grupo de rock.

Para el momento en que llegaron a grabar su primer álbum, la leyenda negra del grupo ya tenía algunos escándalos a sus espaldas (no demasiado importantes si se los compara con lo que vendría). En noviembre de 1963 se presentaron en un programa musical de la BBC. Al llegar al estudio los productores del programa les tenían preparados cinco trajes impecables iguales para que lucieran uniformados. También habían dispuesto que los peluqueros de la emisora estuvieran a disposición del grupo para que se arreglaran, en especial Jagger. Oldham defendió el derecho de sus músicos de presentarse como quisieran y salieron a escena vestidos con su ropa habitual: jeans y remeras negras y alguna camisa sport. Y con el pelo expresando desobediencia. A eso había que sumarle el despliegue de Jagger y sus movimientos que encendían el escenario y a la audiencia. 

El escándalo fue inmediato. “Una falta total de respeto al público, llevaban vestuario de pordioseros. Con el pelo totalmente desprolijo. Y ese cantante, un tal Mick Jagger, moviéndose y cantando con un estilo demasiado negro y con contoneos tan explícitos sexualmente que es inaudito que la BBC haya permitido pasarlo en un horario donde todavía hay niños frente a la pantalla”, escribió el crítico de The Times, el principal diario londinense. Oldham y Jagger, gracias a estas repercusiones, consideraron que la presentación fue un éxito enorme.

En la contratapa el nombre del grupo aparecía bien grande. También había fotos individuales de los músicos y un texto que comenzaba con la frase de Andrew Loog Oldham: "Los Rolling Stones son mucho más que un grupo de rock. Son una forma de vida"

En el manejo interno, Oldham también era impiadoso. Logró que el tecladista Ian Stewart dejará de ser un miembro estable sólo con el argumento de que su cara no se ajustaba a la idea visual que él tenía para el grupo.

Toda la inexperiencia que portaba no se notó (o tal vez le sirvió para romper límites que ni siquiera sabía que existían) a la hora de negociar el contrato discográfico con Decca Récords. Fue un contrato muy favorable para los Stones. Casi se podría decir que fue el contrato más beneficioso que obtuvo un grupo novato en varias décadas de la industria (una industria que siempre abusó de los contratos leoninos). Incomparablemente mejor que el que los Beatles tenían con EMI, por ejemplo.

Oldham negoció con inconsciencia y mano de hierro (y luego utilizó cada una de las cláusulas ventajosas en su favor). Entre otras cosas consiguió la posibilidad de grabar en dónde ellos quisieran, total control creativo y beneficios económicos al menos tres veces mayores que otros grupos debutantes.

Uno de los álbumes que Jagger y Richards descubrieron que tenían en común, y que posibilitó su amistad. Chuck Berry fue una gran influencia para ellos en esos años

Algo más jugaba a favor de Oldham y los Rolling Stones: el pasado reciente. El dueño de Decca Récords, Dick Rowe, había rechazado hacía muy poco a los Beatles. Uno de los tres grandes errores del Siglo XX. Rowe no podía arriesgarse a perderse al grupo que podía confrontar con ellos.

Oldham vio otra parte más del negocio. Hasta la irrupción de los Beatles parecía que gran parte del negocio de la música consistía en encontrar canciones para que los artistas cantarán y encontrar artistas para incorporar a su repertorio los temas que los equipos de compositores producían sin parar.

Lennon y McCartney marcaron un claro quiebre. Eso, además de demostrar que era posible que los integrantes de un grupo al mismo tiempo fueran sus propios compositores, tuvo su correlato económico: los derechos por autoría de los hits eran cuantiosos. Loog Oldham presionó a los Rolling Stones para que compusieran sus propias canciones. No quería ceder esa porción millonaria de la recaudación.

En ese primer álbum, entonces, Jagger y Richards se forzaron a incorporar temas propios. Hay una solo tema firmado por ellos, el primero de muchísimos que le seguirán: "Tell me (You’re Coming Back)". Y otros dos "Now I've Got a Witness" y "Little by Little" adjudicados a Nanker Phelge, un seudónimo que el grupo utilizó durante unos años al que le atribuía las creaciones colectivas.

Después todos covers de Blues y Rhythm & Blues. También hay una canción de Marvin Gaye, aunque preferían evitar las de la factoría Motown porque los Beatles habían hecho varias, por lo que también recurrieron a Stax, el otro gran sello soulero, y versionaron a Rufus ThomasEn el álbum tienen breves intervenciones Phil Spector (tocando unas maracas), Graham Nash y Gene Pitney.

Durante varios años y varios discos más, Andrew Loog Oldham continuará siendo el productor del grupo. Son muchos los que dudan de sus capacidades musicales, de sus aportes en el estudio. Aunque pocos pueden poner en tela de juicio su influencia decisiva en el lanzamiento del grupo y en la manera de esculpir la imagen de los Rolling Stones que en los meses siguientes se profundizaría con la célebre e inquietante pregunta explotada por él: “¿Dejaría que su hermana salga con un Rolling Stone?”.

El quinteto definitivo, el de los años fundacionales. Jagger, Richards, Jones, Wyman, Watts. Sin uniformes, rebeldes, peligrosos y atractivos

Cómo se grabó el primer disco

La grabación fue casi en vivo entre enero y febrero de 1964. Pero sólo llevo 5 jornadas de trabajo de tomas en directo y crudas en el Regent Sound de Denmark Street. El estudio era chico, sin demasiadas comodidades y grababan en dos canales. Pero tuvieron libertad creativa. Nadie los molestó ni les impuso condiciones.

Jagger siempre dijo que el disco le producía buenas sensaciones, porque representa muy bien qué era lo que hacían en ese momento y cómo sonaban en vivo. Los casi dos años de rodaje los había mejorado.

Se hace difícil valorar el disco por sí mismo. Aislarlo y evaluar sus canciones y sus interpretaciones sin pensar en todo lo que vino después: "Satisfaction", "Exile on Main Street", "Sticky Fingers", los impactantes shows en vivo, la longevidad desmesurada, la leyenda inmensa, inabarcable. Hay algo que se vislumbra, que ya aparece en este debut casi sin composiciones propias: la excitación y la energía que transmitían.

Para decidir el arte de tapa también hubo discusiones y una vez más se impuso Andrew Loog Oldham. Ni el nombre del grupo ni un título. Sólo la foto de ellos 5, circunspectos, jóvenes, sensuales, misteriosos, algo salvajes. La discográfica sólo logró colar su nombre en un rectángulo en costado de la tapa. Fue la única concesión, estaba obligado por contrato en realidad, que hizo Andrew Loog Oldham.

En la contraportada, sí. El nombre del grupo en letras grandes; tanto que pareciera imposible ponerlo más grande. Unas inquietantes fotos de carnets de los integrantes y un texto firmado por el manager que empezaba de manera contundente y sobre el que se sembró buena parte de la mitología posterior: “Los Rollings Stones son mucho más que un grupo de rock. Son un estilo de vida”.

En Estados Unidos lo editó London, una subsidiaria de Decca Récords. No confiaron en la tapa desnuda. Debían llamar la atención de los posibles compradores y la intransigencia de Andrew Loog Oldham no pudo cruzar el Atlántico. Con la misma foto, la portada llevó el nombre del grupo y una especie de título (o de leyenda explicativa) que afirmaba: “England's Newest Hit Makers” (Los más nuevos creadores de hits ingleses). Hubo también algunas modificaciones en la lista de canciones. Esa es la versión del LP que ha perdurado.

Pasaron más de 60 años desde ese primer paso, desde su salida al mundo. A ellos a los que persisten, a Keith y Mick (también a Ron Wood) parece no importarles.

Tracklist álbum "Rolling Stones"

Lado A 

  1. «Route 66» (Bobby Troup) 
  2. «I Just Want to Make Love to You» (Willie Dixon)
  3. «Honest I Do» (Jimmy Reed)
  4. «Mona (I Need You Baby)» (Elias McDaniel)
  5. «Now I've Got a Witness (Like Uncle Phil and Uncle Gene)» (Nanker Phelge)
  6. «Little by Little» (Nanker Phelge—Phil Spector)

Lado B

  1. «I'm a King Bee» (Slim Harpo)
  2. «Carol» (Chuck Berry) 
  3. «Tell Me (You're Coming Back)» (Jagger— Richards) 
  4. «Can I Get a Witness» (Brian Holland—Lamont Dozier—Eddie Holland) 
  5. «You Can Make It If You Try» (Ted Jarrett)
  6. «Walking the Dog» (Rufus Thomas)

Rolling Stones es:

Mick Jagger: voz, palmas, pandereta; armónica ("Honest I Do", "I'm a King Bee"), maracas ("Not Fade Away", "Mona")
Keith Richards: coros, guitarras principal y rítmica (6 y 12 cuerdas)
Brian Jones: coros, guitarra rítmica; guitarra principal ("I'm a King Bee"); guitarra slide ("Walking the Dog"); armónica ("Not Fade Away", "I Just Want to Make Love to You", "Now I've Got a Witness"); pandereta ("Tell Me", "Can I Get a Witness"); silbido ("Walking the Dog")
Bill Wyman: coros, bajo, palmas
Charlie Watts: batería, palmas

Músicos adicionales

Allan Clarke: coros ("Little by Little")
Graham Nash: coros ("Little by Little")
Gene Pitney: piano ("Little by Little")
Phil Spector: percusión, maracas ("Little by Little")
Ian Stewart: órgano ("Now I've Got a Witness", "You Can Make It If You Try"); piano ("Tell Me", "Can I Get a Witness")

Producción

Publicación: 16 de abril de 1964 (UK), 30 de mayo de 1964 (EEUU)
Grabación: 3 de enero a 25 de febrero de 1964, Regent Studios, Londres
Géneros: R&B británico, blues rock
Duración: 33:24 (UK), 30:48 (EEUU)
Discográfica: Decca Récords (UK), London Récords (EEUU)
Productores: Andrew Loog Oldham, Eric Easton